Se
trata de una estructura precisa, rígida que sirve de sustentación al desarrollo
de una secuencia de unidades semánticas protosimbólicas, cada una de ellas
llamadas palabras, cuya enumeración reforzativa -Dígame una. Digo la una que es
unaprecede, ya con potencia mágica cabalística, la fuerza irresistible y
decisiva de los componentes que ordenan y generan la tensión progresiva de la
formulación del conjuro
Se rezan cuando se tiene miedo. Cuando uno
está atravesando por malos momentos, cuando se cree que le están haciendo
hechicerías, cuando se cree que se tiene una maldición, cuando todo está muy
mal y no se ve solución... es una oración de reventamiento, para hacer estallar
lo malo, para ahuyentar todos los males... Y es muy efectiva.
Amigo dígame la una;
Amigo, no soy su amigo, pero se la diré:
Una no es ninguna y siempre la virgen pura.
Amigo,
dígame las dos;
Amigo, no soy su amigo, pero se las diré:
Dos son las dos tablas de la ley
por dónde pasó Moisés por la casa Santa de
Jerusalén;
Una no es ninguna y siempre la virgen pura.
Amigo,
dígame las tres;
Amigo, no soy su amigo, pero se las diré:
Tres son las tres Marías,
Dos son las dos tablas de la ley
por dónde pasó Moisés por la casa Santa de
Jerusalén;
Una no es ninguna y siempre la virgen pura.
Amigo,
dígame las cuatro;
Amigo, no soy su amigo, pero se las diré:
Cuatro son los cuatro evangelistas,
Tres son las tres Marías,
Dos son las dos tablas de la ley
por dónde pasó Moisés por la casa Santa de
Jerusalén;
Una no es ninguna y siempre la virgen pura.
Amigo,
dígame las cinco;
Amigo, no soy su amigo, pero se las diré:
Cinco son las cinco llagas,
Cuatro son los cuatro evangelistas,
Tres son las tres Marías,
Dos son las dos tablas de la ley
por dónde pasó Moisés por la casa Santa de
Jerusalén;
Una no es ninguna y siempre la virgen pura.
Amigo,
dígame las seis;
Amigo, no soy su amigo, pero se las diré:
Seis son las seis candelas,
Cinco son las cinco llagas,
Cuatro son los cuatro evangelistas,
Tres son las tres Marías,
Dos son las dos tablas de la ley
por dónde pasó Moisés por la casa Santa de
Jerusalén;
Una no es ninguna y siempre la virgen pura.
Amigo,
dígame las siete;
Amigo, no soy su amigo, pero se las diré:
Siete son los siete sacramentos,
Seis son las seis candelas,
Cinco son las cinco llagas,
Cuatro son los cuatro evangelistas,
Tres son las tres Marías,
Dos son las dos tablas de la ley
por dónde pasó Moisés por la casa Santa de
Jerusalén;
Una no es ninguna y siempre la virgen pura.
Amigo,
dígame las ocho;
Amigo, no soy su amigo, pero se las diré:
Ocho son los ocho planetas,
Siete son los siete sacramentos,
Seis son las seis candelas,
Cinco son las cinco llagas,
Cuatro son los cuatro evangelistas,
Tres son las tres Marías,
Dos son las dos tablas de la ley
por dónde pasó Moisés por la casa Santa de
Jerusalén;
Una no es ninguna y siempre la virgen pura.
Amigo,
dígame las nueve;
Amigo, no soy su amigo, pero se las diré:
Nueve son los nueve meses,
Ocho son los ocho planetas,
Siete son los siete sacramentos,
Seis son las seis candelas,
Cinco son las cinco llagas,
Cuatro son los cuatro evangelistas,
Tres son las tres Marías,
Dos son las dos tablas de la ley
por dónde pasó Moisés por la casa Santa de
Jerusalén;
Una no es ninguna y siempre la virgen pura.
Amigo,
dígame las diez;
Amigo, no soy su amigo, pero se las diré:
Diez son los diez mandamientos,
Nueve son los nueve meses,
Ocho son los ocho planetas,
Siete son los siete sacramentos,
Seis son las seis candelas,
Cinco son las cinco llagas,
Cuatro son los cuatro evangelistas,
Tres son las tres Marías,
Dos son las dos tablas de la ley
por dónde pasó Moisés por la casa Santa de
Jerusalén;
Una no es ninguna y siempre la virgen pura.
Amigo,
dígame las once;
Amigo, no soy su amigo, pero se las diré:
Once son las once mil vírgenes,
Diez son los diez mandamientos,
Nueve son los nueve meses,
Ocho son los ocho planetas,
Siete son los siete sacramentos,
Seis son las seis candelas,
Cinco son las cinco llagas,
Cuatro son los cuatro evangelistas,
Tres son las tres Marías,
Dos son las dos tablas de la ley
por dónde pasó Moisés por la casa Santa de
Jerusalén;
Una no es ninguna y siempre la virgen pura.
Amigo,
dígame las doce;
Amigo, no soy su amigo, pero se las diré:
Doce los doce apóstoles,
Once son las once mil vírgenes,
Diez son los diez mandamientos,
Nueve son los nueve meses,
Ocho son los ocho planetas,
Siete son los siete sacramentos,
Seis son las seis candelas,
Cinco son las cinco llagas,
Cuatro son los cuatro evangelistas,
Tres son las tres Marías,
Dos son las dos tablas de la ley
por dónde pasó Moisés por la casa Santa de
Jerusalén;
Una no es ninguna y siempre la virgen pura.
Amigo,
dígame las trece;
Amigo, no soy su amigo, pero se las diré:
Quién
de doce pasa a trece
sólo el infierno merece…
¡Reviéntate Diablo!
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