La Sal ha sido un componente esencial en incontables rituales y
liturgias de todo tipo. Sus significados han variado desde lo positivo y la
buena suerte, hasta estar relacionados con lo negativo y los malos presagios.
La Sal ha tenido un significado importante para la humanidad,
desde los antiguos romanos (a cuyos soldados se dice que incluso se les pagaba
con sal) en donde era un símbolo de amistad y alianza. De allí que en los
banquetes lo primero que se servía era la sal, pero si está era derramada sobre
la mesa era un acto abominable (de ahí seguramente la creencia que prevalece
hasta hoy día, de la mala suerte que trae el derramar sal).
Derramar la sal tenia, también, un significado en la cosmovisión
cristiana; en donde se creía que la sal podía exorcizar a los demonios, los
malos espíritus y la muerte, de allí que lanzar un poco de sal sobre el hombro
izquierdo era “tirarle sal al diablo o la muerte en el rostro” y por
consiguiente se podría conseguir que se alejaran.
En algunas civilizaciones y culturales la sal se usó de la siguiente forma: los griegos, romanos y egipcios daban ofrendas de la sal a los dioses
para invocarlos, en el hinduismo es
un elemento que se usa en la limpieza de
espacios y en bodas, en el budismo
se cree que aleja a los malos espíritus y luego de los funerales, las personas
arrojan sal sobre el hombro izquierdo para ahuyentarlos, en el catolicismo (seguramente a partir de la
herencia romana) se usa como elemento purificador de las iglesias y del agua
bendita misma, en el judaísmo es un
símbolo de asociación con Jehová y por lo tanto se usa de diversas maneras.
En creencias más populares y actuales encontramos que la sal es un
elemento importante dentro del Altar en el Día de Muertos en México, su función
es evitar que el alma del difunto se corrompa en su viaje de ida y regreso. Por
otro lado en lugares como Sudamérica se cree que sirve para proteger y
desterrar malos espíritus, es así como existe la creencia popular de que
arrojar sal afuera de la casa o dentro de la propiedad “aleja a las brujas”, de
igual forma colocar un plato con sal (a veces en la forma de una cruz) junto
con unas tijeras tiene el propósito de alejar a los malos espíritus.
En el ámbito funerario la sal ha cumplido un papel fundamental (no solamente como una
sustancia que permite la preservación del cadáver), pues debido a su naturaleza
purificadora y protectora era colocada sobre un tazón encima (a veces en el
corazón o debajo de la cama) de los cadáveres. En algunas partes de Europa durante los ritos fúnebres, las
personas se acercaban al cadáver y le tocaban la cara y las manos y luego
colocaban las suyas dentro de la sal para perdonar al muerto por cualquier
falla o rencor que hubiesen tenido con él.
Básicamente la idea era que la sal podía proteger al difunto
contra las fuerzas del mal o el demonio, quien se creía tenía influencia sobre
los muertos, incluso este rito no se limitaba al velorio si no que se
practicaba también sobre el sepulcro mismo, arrojando sal sobre las tumbas o
incluso dejando un plato o bolsita con sal para proteger a los muertos (aunque
una vez cumplían con su propósito eran retirados en los días siguientes).
El uso del plato con sal y unas
tijeras se debía a que las tijeras
evitaban que el muerto vagará (penará) por el mundo y si lo hacían la sal les
permitiría tomar agua y no perder el buen sabor (podríamos rastrear esta acción
hasta los altares que son establecidos para los muertos, en donde un vaso con
agua acompaña, entre otras cosas, los elementos del altar, de modo que los
muertos puedan “beber” de esta agua y calmar así su sed.
En tradiciones Necrománticas actuales, encontramos en corrientes como la 182 (Culto a Qayin)
que la sal es vista como un tabú y un
elemento negativo y ofensivo para con los muertos, de modo que las ofrendas de
alimentos se entregan siempre sin sal, y no es usada en absoluto en ningún ritual
que tenga como propósito trabajar con el Señor de la Muerte y los Muertos en
general.
Es interesante como podemos contrastar lo sostenido desde la
tradición Qayinitica y la relación directa que la Sal ha tenido en el
tratamiento con los muertos y los ritos fúnebres, tal vez podríamos atrevernos
a sospechar que la Sal es; como se ha
visto, un elemento protector y destructor (debemos recordar los llamados
“salamientos” e incluso dichos populares, en donde tanto en la magia como en la
cotidianidad la sal se encuentra asociada con la mala racha en general), y que
puede por lo tanto proteger, guiar y cuidar a los muertos así como desterrarlos
y alejarlos.
En ese sentido diríamos que la Sal tiene poder sobre los muertos,
tal vez podamos explicar esto desde la visión de la Alquimia, en donde la Sal es considerada como símbolo de la materia
pero también como un símbolo de inmortalidad, es decir, representa la
continuidad de la vida o la vida misma, por lo que es una fuerza; dentro de esa
lógica, opuesta a la muerte. Por otro lado debemos recordar desde la naturaleza
misma de nuestro universo, que las
entrañas de la tierra están repletas de todo tipo de sales minerales y que la
tierra misma consigue que el agua de los océanos sea salada. Extrapolando
estos dos elementos encontramos dos símbolos asociados tradicionalmente con los
muertos: el interior de la tierra (reinos ctónicos – dominios de los muertos) y
el mar, es decir, el agua, esta relación puede encontrarse en diversos mitos
como el viaje desde el río Aqueronte emprendido por las almas de los muertos
hacía el interior del inframundo en la mitología griega.
Otros ejemplos populares que se pueden encontrar dentro de
aplicaciones mágicas y brujeriles, incluyen a la sal como un componente de los
llamados baños de limpieza, en donde, en especial la sal marina, es utilizada
como elemento purificador y desterrador de energías negativas.
Otra aplicación se da con la combinación del agua y el limón
dentro de la magia folclórica como un elemento que ayuda a diagnosticar las
energías de un lugar o una persona, a menudo esto último es realizado a través
de colocar un plato con sal y los otros ingredientes debajo de la cama de la
persona en cuestión, al día siguiente se observa el comportamiento de la sal y
sí esta presenta alguna alteración no natural se interpreta como un signo de
energía negativa o que incluso la persona puede ser víctima de algún ritual de
destrucción hecho en su contra.
Círculos de sal también son usados por algunos para protegerse
durante prácticas mágicas o contra espíritus negativos que puedan rondar el
sitio en donde uno esté.
La Sal es por lo tanto un
componente tan poderoso en su esencia misma como en los significados y ritos con los que se encuentra asociada. Indudablemente es un elemento
que repele o protege en contra de energías disruptivas pero del mismo modo;
como bien se ha esbozado a lo largo de este escrito, es un elemento conectado
con el reino de los muertos, un símbolo de purificación otorgado aquellos que
ya no se encuentran entre nosotros pero caminan a nuestro lado desde la otra
línea del velo, una forma de honrarlos y de desterrarlos cuando son indeseados.
La sal diríamos entonces, es otro de esos componentes caóticos dentro del
cosmos que guardan dentro de sí los misterios de la creación y la destrucción,
de la paz la guerra, de la vida y la
muerte.
Marco conceptual: ALONSO-FERNÁNDEZ, C. (2019). Platos y cuencos
con sal: un ritual funerario de la Edad Moderna y Contemporánea en la Península
Ibérica. Munibe Antropologia-Arkeologia, 70, 335-349.
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