COMO PROTEGERNOS DE LAS MALAS VIBRAS

 Nosotros somos energía. Vibramos con la fuente, con el Universo.

Todo está en constante vibración. Entonces nuestra energía afecta a otros, como otros nos afectan a nosotros. Todos tenemos la posibilidad de percibir por ejemplo al entrar en una habitación como se encuentra la energía contenida allí. 

Cuando las frecuencias son bajas, es normal que nos sintamos agotados, como pesados, cansados. En cambio cuando la frecuencia de energía es alta, nos sentimos contentos y livianos.

Algunos podrán pensar.. “bahhh eso es un cuento, típico de la new age”, pero para aquellos o aquellas más incrédulas, los invito a conocer el trabajo del Dr. Masaru Esoto (hay videos en Youtube) de cómo la energía afecta las partículas del agua. 

Es importante tomar conciencia de nosotros mismos y proteger nuestros cuerpos y auras al entrar en contacto con otras energías, de conocer como repeler o ahuyentar la “mala onda”.

¿Pero como podríamos definir las malas energías?

Podríamos decir que malas energías son aquellas que nos obstaculizan, que de alguna manera intervienen en nuestros propósitos, en nuestro desarrollo, en nuestro cuerpo y emociones.

Algunas son externas como ataques psíquicos, otras son estancamientos de nuestro propio flujo energético, que son las más comunes y son consecuencia de nuestros miedos, dudas, y/o nuestros pensamientos negativos. 
¿Entonces cómo podemos ayudar a nuestra energía a estar más limpia? 
Algunos consejos fáciles y prácticos son:

Mirar nuestros pensamientos.

Cuanto más negativos sean más, más baja será nuestra frecuencia vibratoria. Debemos educarnos en el pensamiento positivo. Estar conscientes de aquello que está dando vueltas por nuestra mente. Podemos ejercitar algunas visualizaciones, por ejemplo dedicar unos pocos minutos a vernos rodeados de un manto protector de luz dorada y blanca, el cual actúa de manera invisible como un escudo que rechaza o hace que reboten energías negativas. 

Se puede pedir al Arcángel Miguel protección.

Él comanda el rayo de luz azul de protección. Lucha contra el mal con infinita valentía. En caso de sentir miedos, ansiedades, también nos escuchará y pedirle que nos mantenga serenos, equilibrados y a salvo de los peligros físicos, energéticos, mental o espiritual.

Bañarse con sal de mar, o mantener algún platito con sal en los lugares donde sentimos la energía negativa puede ayudarnos.

El agua también es un excelente detector de energía negativa. Si se quiere, también podemos agregar unas gotas de aceite esencial de lavanda en nuestro baño purificador. 

Rodearse de Vida, naturaleza, plantas, animales, es siempre un buen recambio de energía. 

Cristales como el cuarzo y sus derivados nos ayudan a mantener alejadas las energías negativas, o también el Amatista que es una piedra protectora. 
Cuando nos sintamos amenazados ante una persona sirve que pongamos nuestras manos sobre nuestro plexo solar, y crucemos nuestras piernas.

De esa forma cerramos nuestros puntos de energía vulnerables.

Purificar los ambientes también es un punto importante puede hacerse con velas blancas, e inciensos como ruda y romero.

No es necesario hacer grandes rituales experimentados, recuerden que el ritual más simple es poner la intención del objetivo que queremos lograr. Siempre con un pensamiento positivo. Somos poderosos cuando nuestra intención es verdadera.

El agua también es purificadora, dejar vasos con agua hará que la energía negativa sea atraída hacia el agua, luego botar por el wc.
Podemos darnos unos minutos para visualizar el agua que tomamos y magnetizarla con intenciones positivas. No es lo mismo tomar un vaso de agua corriente, que uno con intención. Podemos decirnos incluso a si mismos “Que esta agua purifique mi cuerpo para estar saludable”.