Tu
base de operaciones es tu altar, un lugar de poder en tu hogar, oficina u otro
santuario. Los rituales se hacen en el altar.
Cuanto
más lo usas, más crece como una base de poder.
Los
altares no tiene un lugar definido formalmente, pueden estar fuera a cielo
abierto, establecidos permanentemente y en uso activo, o más discreto, ocultos
en tu casa. Puedes esconder tu altar en un armario, o tener una habitación
especial solo para tus trabajos mágicos.
El altar no solo es un espacio para hacer tus
hechizos y meditaciones, sino un templo para honrar a los poderes que trabajan
contigo.
Los
altares tradicionales honran a dioses o diosas patronos, espíritus, animales
tótem, espíritus de miembros de la familia fallecidos y los cuatro elementos.
Situ
altar de trabajo no está colocado permanentemente, puedes crear discretamente
en tu casa pequeños santuarios a tus poderes, para honrarles y pedirles ayuda.
Estantes especiales pueden reservarse para ellos.
Haz
un rincón de una habitación solo para artículos que honren a tu tótem.
Nadie
más necesita conocer tus intenciones, siempre y cuando tu tótem sí lo sepa.
La
necesidad es la madre de la invención y los altares, santuarios y ofrendas
urbanos deberían reflejar estos cambios creativos.
No
sigas la disposición de un altar sobre la que hayas leído en un libro, a menos
que así lo quieras.
La
mayoría de altares tienen representaciones de los cuatro elementos.
Un
platillo con sal, una piedra, funciona
perfectamente para representar al elemento
tierra en un altar urbano.
Las
velas son corrientes en la mayoría de altares como representación del elemento fuego. Si te disgustan las
velas, prueba luces eléctricas.
El aire está tradicionalmente representado
por el incienso, pero puedes intentar usar ambientadores, aceites u otros
productos de aromaterapia. Sé creativo en tus esencias.
Muchos
buscan el perfecto cáliz para el elemento agua. Un practicante urbano exclusivo
puede usar una copa de cristal tallado, vaso de vino o copa de brandy.
Las
botellas sobrantes de estos deleitables espíritus pueden incluso usarse como
candelabros, si lo deseas.
El Vudú es un ejemplo excelente de magia
urbana.
Los
principios básicos de esta fe vienen originalmente de África, pero, como ha
emigrado a través del Caribe y América, ha cambiado, adaptándose desde la
cultura del continente madre a las calles de Nueva Orleans.
Las
deidades africanas se han enmascarado en los santos católicos.
Las
herramientas mágicas están ocultas como artículos del hogar, de forma muy
similar a las clandestinas brujas durante las persecuciones en Europa. Los
altares de los practicantes del Vudú usan todo tipo de artículos mágicos
modernos no disponibles en su antiguo hogar africano, como velas votivas y
polvo de ladrillo rojo. Estas formas son bellas amalgamas del nuevo y viejo
mundo. En resumen, la tradición aprendió a adaptarse. La magia siempre se
adaptará a la cultura actual.
La
magia de ciudad es una fase en ese largo proceso
No hay comentarios:
Publicar un comentario