La palabra romaní para designar “bruja” es shuvihani (shuvihano, en masculino), que en ocasiones se usa abreviada -shuvani- y en algunas regiones queda reducida a shuv’ni (también se escribe chuvihani). Significa bruja en su sentido más antiguo, que es el de “sabia”, una entendida en todos los aspectos de lo oculto. En la sociedad gitana las shuvani tienen la importante función de ser capaces de bendecir o maldecir, sanar o hacer enfermar y es respetada tanto por su sabiduría como por su conocimiento en las creencias y prácticas mágicas. Ella conoce también todos los tabúes sociales, los ritos basados en la magia y los rituales de paso.
En ninguna parte del mundo gitano se considera a la bruja un ser maligno
o repugnante; para los trashumantes ella simplemente es alguien que posee un
conocimiento especial y/o poder, que emplea para bien o mal de acuerdo a sus
deseos.
Eric Maple, en su libro The Dark World of Witches (Londres, Robert Hale,
1972) dice:
Los historiadores han observado que hubo un súbito resurgimiento de la
brujería y la hechicería en el siglo XV, y entre sus causas está, sin duda, la
llegada de los gitanos. Esta gente nómada llegó a Europa en algún momento de
finales del siglo XIV, probablemente de Asia, trayendo consigo sus prácticas de
magia, que en Inglaterra había estado ocultas bajo la apariencia del
cristianismo.
Leland cita un viejo poema romaní:
Ki san I Romani, Adoi san’I chov’hani.
(Adonde van los gitanos, Allí están las brujas, lo sabemos).
Clébert, en su libro The Gypsies (1967) afirma que
las shuvanis son el producto de la unión de una joven romaní con un espíritu
del agua o de la tierra. Sostiene que dichos espíritus tienen una “unión carnal”
con las futuras brujas. Aunque he encontrado pocos gitanos (si acaso alguno)
que en la actualidad creen que dicha unión tiene lugar, es verdad que muchas
shuvanis realizan algo similar a la búsqueda visionaria de los indios
norteamericanos, que les lleva a la realización y al conocimiento que antes no
poseían. Sin embargo, la gran mayoría son aprendizas de una shuvani anciana y
de este modo se preparan para el oficio.
Fuente: Hechizos y magia gitanos, de Raymond
Buckland.
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