Pertenece al grupo de las llamadas piedras
lunares… como la llamada piedra luna. Fue descubierta en la península del
Labrador, Canadá por 1770.
Los antiguos chamanes la llamaban “la piedra del
arco iris de la luna”.
Se conoce como la piedra del mago Merlín, y algunos también la relacionan con Morgana.
Está relacionada con las llamadas diosas oscuras,
como Hécate. Kuali y otras.
Se le atribuyen numerosas propiedades:
Alivia el estrés.
Regula el metabolismo.
Absorbe, previene y disipa energías de baja
frecuencia.
Se utiliza en regresiones chamánicas.
Empleada también para recordar sueños.
Para recordar vidas pasadas.
Centra y une el sentimiento y el pensamiento en
una misma dirección.
Alinea el cuerpo físico y el espiritual, ayudando
a saber como andar nuestro camino.
Energetiza la imaginación haciendo que surjan
nuevas ideas.
Se utiliza en sanación para problemas oculares.
Disminuye la presión arterial.
Equilibra el aura.
A nivel de cuarto chakra o chakra del corazón,
ayuda en los problemas de pareja.
Se utiliza también para la apertura del tercer ojo
y favorecer el desarrollo de la intuición.
En el chakra corona nos ayuda a conectar con
nuestro yo superior.
Fueron magos y druidas quienes conocían todos sus
secretos, el legado que nos queda es que cada uno de nosotros
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