sábado, 14 de septiembre de 2019

INVOCACIÓN DEL ELEMENTO FUEGO


Representa la energía, la inspiración, el amor, la pasión, el liderazgo y la espiritualidad. En los rituales, el fuego se representa en las formas de objetos ardientes. 
El fuego es también elemento de transformación y vitalidad.

Participación en la Creación, cuidaban la masa de gases radioactivos presentes en el planeta y de la materia incandescente que debía ir sedimentándose y enfriándose de a poco, para que el planeta en formación pudiera ser habitable. 
Es elemento activo masculino que simbolizaba la energía y el movimiento, al igual que el agua, tenía el poder de la purificación y representaba además la luz y el calor.

Rey: Djin.
Domicilio: Habitan en el fuego.
Dirección: Sur.
Hora de invocación: Medio día.
Símbolos representativos: Relámpago, volcanes, arco iris, sol, estrellas.
Potencia: Libertad, cambio, vista, percepción, visión, iluminación, aprendizaje, amor, voluntad, pasión, sexualidad, energía, autoridad, curación, destrucción, purificación.
Género: masculino
Energía: proyectiva
Signos Zodiacales: Aries, Leo y Sagitario
Espíritu: Salamandra
Estación: Verano
Color: rojo

Herramientas mágicas: Lámparas o velas, varita mágica (la varita magina en algunas tradiciones es considerada del elemento aire y el Athame de fuego.

Ofrendas: Velas o lámparas, incienso, fuego.

Características: Limpian y purifican de bajas pasiones y vicios y además nos permiten cambiar para mejorar aquello que traba nuestro desarrollo. Se encargan de destruir todas las fuerzas negativas, maleficios y conjuros que exista sobre una persona.

INVOCACIÓN
Inefable e increado rey y padre de las llamas primeras, que eres llevado en el carro veloz de los mundos que incesantemente giran; dominador de las etéreas inmensidades donde se levanta el trono de tu sapiencia, desde cuya altura todo lo descubren tus ojos penetrantes y tus oídos benditos todo lo oyen; atiende la invocación de quien amas desde el nacimiento de los siglos; porque tu áurea y gran majestad, resplandece por encima del mundo, del cielo y de las estrellas, y sobre ellas te levantas. 
¡Oh fuego resplandeciente! Allí tú brillas y perduras en ti mismo, por tu propio esplendor y salen de tu esencia inacabables arroyos de luz que nutren tu espíritu infinito.
Este espíritu infinito alimenta todas las cosas y hace este tesoro inagotable de sustancia siempre dispuesta para la generación que la elabora y que se apropian de las formas que tú te has infundido desde el principio. De este espíritu toman también esos benditos gobernantes de tu reino que circundan tu trono y que forman tu corte. ¡Protector de los bienaventurados mortales e inmortales! 
Tú resguardas sustancias que resultan maravillosamente semejantes a tu sabio pensamiento y a tu esencia venerable.
Tú has concedido superioridad a los elementales que anuncian al mundo tus verdades. Ardemos en la incesante aspiración de poseerte; tú que enciendes la llama de la vida. Amen, hecho esta , y así sera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LA ABUNDANCIA Y LA CORNUCOPIA DE MABON

  Uno de los amuletos Celtas más importantes y que más han trascendido a lo largo de los tiempos es el cuerno de la abundancia. Veamos com...