Contra enemigos, mal de
ojo y envidia.
Las
bayas de enebro son el fruto de la planta leñosa o arbusto con el mismo nombre,
el enebro (Juniperus communis). En realidad no son bayas, son conos femeninos
en forma de baya esférica que en el arbusto presentan un color verde cuando son
jóvenes y van oscureciendo al madurar, mostrando una vez secas, listas para su
aplicación, el color azul-púrpura-negro característico.
Las
bayas de enebro han sido muy valoradas por sus propiedades medicinales, se cree
que aumenta la resistencia física, también se le otorgan propiedades
digestivas, balsámicas, expectorantes, diuréticas o antisépticas entre otras.
También se extrae de las bayas un aceite esencial que se utiliza en
aromaterapia y perfumería.
En la antigua
Grecia se hace referencia a esta planta, era la planta de la Diosa Epona, en el
mito de Jasón y el vellocino de oro, ya que Medea apacigua al dragón que lo
custodia con encantamientos, y luego le rocía los párpados con una poción
soporífera con ramas de enebro.
En
el Antiguo Testamento se hace mención a esta planta en la huida del profeta
Elías, quién escapaba del rey Ajab, y se refugió bajo una mata de enebro, entre
sus raíces
Este aceite, no es para
atacar a nadie, ni para dañar.
Es legítimo defendernos y
bloquear las agresiones de los que tratan de destrozar, sin consideración, a
gente que no lo merece.
El enebro es una planta
que está bajo la influencia de Saturno.
Sirve para marcar
territorios. Y volverlos inaccesibles a personas que tratan de invadirnos, por
eso se utiliza, entre otras formas para marcar linderos de fincas, portales y
puertas.
El
enebro se cuelga de las puertas como protección contra las fuerzas malignas y
se quema en los ritos exorcistas.
Cruzando con el aceite
negro, el símbolo de algún enemigo: una foto, el nombre, un objeto que le
pertenezca… Apartarmos a esa persona de nuestra vida y sin daño para él, ni
para nadie. También se ungen las velas marrones para alejar enemigos, cortar
los caminos de los que nos odian y sobre todo apartar a las personas que no
deseamos en nuestras vidas.
Piensa siempre que lo
uses, que su fin es levantar una muralla, con resultados inmediatos, que no
pueda traspasar la maldad de los enemigo.
Se consagre en nuestro
altar en la fase de Luna Menguante.
Colocar
gotas de aceite esencial de enebro en un bowl de agua, promoverá la sanación en
una habitación enferma.
Cuando
se lleva o se quema, favorece los poderes psíquicos.
Pocas
plantas son tan útiles como el enebro, no sólo en aplicaciones homeopáticas,
sino también en la preparación de platos, licores, como condimento aromático
para carnes, etc. En homeopatía se ha utilizado siempre la tintura de gálbulos
y ramas de enebro en diferentes afecciones. De las ramas, por ejemplo, se
extrae un aceite adecuado para eliminar parásitos en la piel. Las hojas son
diuréticas y antirreumáticas, además de útiles en el tratamiento de neuralgias
musculares y artritis. Las bayas contienen un aceite esencial rico en
principios activos (pipeno y borneol), inosita, un glucósido (flavona),
juniperina y un principio amargo; tienen numerosas propiedades: tónicas,
balsámicas, expectorantes, antisépticas, sudoríficas, estomacales y digestivas,
y son también muy adecuadas para tratar desórdenes de riñón y vejiga, contra la
gota y reumatismo, en afecciones de oídos, y reducción de los niveles de
colesterol y azúcar.
Necesitamos:
21
bayas de enebro seco
3 hojas
de Laurel
7 bayas
de pimienta negra
200 ml de aceite de oliva
o girasol
Como lo hacemos?:
Como
las bayas ya están secas, tenemos que limpiarlas bien y pasarlas por el molinillo
para abrirlas, o darles unos golpes con
el mortero con el fin de que se abran un poco y el aceite extraiga sus
componentes.
Tomamos
las hojas de laurel y las partimos muy menudito.
Los
granos de pimienta negra los molemos en el mortero o en el molinillo,
Rellenamos
el frasco de vidrio con las bayas, con el Laurel y con la pimienta y las cubrimos
con el aceite que hayamos elegido. Lo guardamos en lugar seco y a oscuras.
Dejaremos
macerar alrededor de cuarenta y cinco días y a partir de ahí lo podremos usar para
nuestras preparaciones de protección.
©Dana
Lunar
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