Un trozo
de cartulina negra,
Una tiza
blanca,
Cinco cintas
de colores: verde, blanca, roja, amarilla y negra.
El zumo
de un limón,
Una vela morada,
Vinagre,
Miel
Como lo haremos:
Inspira y expira lentamente tres veces ante un
espejo mientras dices en voz alta: “Tengo
derecho a ser feliz, tengo todo el derecho a ser feliz y a elegir libremente mi
destino y mi camino.”
Para que
este conjuro sea efectivo, deberás realizar todos los pasos en privado,
sola de lo que estás haciendo porque entonces el embrujo se
rompería y tendrías que volver a comenzar todo el ritual de nuevo.
De
preferencia, cuando realices este Ritual, protégete con un circulo de
cascarilla, que ya lo aprendimos a hacer en clases y post anteriores.
Toma la vela morada entre tus manos, y ruedala entre ellas, pensando con fuerte intención que tu energía cambiara a mejor, que eliminaras de ti todo pesimismo, y luego le das un soplo de tu aliento a toda la vela con energía de cambio y la enciendes con cerillas.
Toma
el pedazo de cartulina negra y escribe con la tiza de color blanco los,
a tu juicio, tres peores defectos tuyos y, a continuación, los tres
que más te molesten de la gente que te rodea y, después, los
de tu pareja. No importa que se repitan.
Coge
ahora una por una las cuatro cintas comenzando por la de color
verde y átala junto a la blanca, color de la pureza. Más tarde tomarás
la cinta roja, que te ayudará a luchar y a vencer y la unirás asimismo
con de color amarillo, que representa el valor para avanzar sin miedo.
Une la
punta de esta última a la negra, que te dará protección y
ésta a la verde.
Retuerce todo lo que puedas esta única cinta así conseguida y déjala en un lugar oscuro y silencioso mientras continúas con el sortilegio que te librará de una vez por todas de ese gafismo.
Retuerce todo lo que puedas esta única cinta así conseguida y déjala en un lugar oscuro y silencioso mientras continúas con el sortilegio que te librará de una vez por todas de ese gafismo.
Dentro de
una palangana vierte el zumo de un limón y un generoso
chorrito de vinagre y una cucharadita de miel que te ayudará a endulzar lo
penoso de la situación que estás viviendo actualmente.
Espera un
día y una noche para sacar las cintas e introducirlas en esta mezcla, atar con
ellas la cartulina y cortar todo en pedazos con unas tijeras o
quémalo (hazlo con mucho cuidado) para acabar con el mal rollo.
El residuo lo puedes echar a donde corra el agua,
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