miércoles, 2 de octubre de 2019

EL OCTOGRAMA


Vamos a aprender, primero, un poco sobre el Octograma porque es un elemento que utilizaremos muchas veces cuando hagamos nuestros rituales o cuando queramos activar nuestro altar.

El octagrama (estrella de ocho puntas) es un símbolo místico al igual que el pentagrama, mayormente es utilizado en fines mágicos.

El octograma es uno de los símbolos más misteriosos.
En la cultura Tartésica, simboliza, la plenitud, la regeneración.
Los egipcios la asocian a la estrella Sirio, el sol central de la galaxia, también la vinculan con la inundación del Nilo.
Para los babilónicos simboliza a Ishtar (Venus), la diosa de la fertilidad y la lluvia, y para una civilización tan distante como los mayas tiene el mismo simbolismo.
También los templarios la utilizan como código para descifrar su alfabeto secreto.
En el arcano 17 hay una estrella de ocho puntas que representa a Venus.
Si vamos al árbol de la vida, la séfira número ocho, es HOD (esplendor), la esfera de Mercurio – Hermes, el cual era el mensajero de los dioses, el encargado de conducir las almas de los muertos desde el mundo superior a los mundos inferiores.
Hermes, dios que también simboliza la perspicacia, la astucia y la sagacidad; al cual se le atribuye la creación del alfabeto, las matemáticas y la astronomía entre otras cosas.
Se lo considera además el protector del comercio, generador de la comunicación y quien proporciona la ”buena suerte”.
Cuando nuestro intelecto quiere comprender todo esto, se pierde en un mar de sin sentidos, por ello debemos dejar que hable nuestra intuición
Es una representación de Gaia la diosa de la tierra.
En la religión cristiana, el 8 es el símbolo nuevamente de lo divino.

El octograma nace a través de dos cuadrados: el cuadrado siempre ha representado los 4 elementos Tierra, Fuego, Aire, Agua y los 4 puntos cardinales Norte, Sur, Este y Oeste.



Los cuatro círculos son consistentes con los cuatro elementos de este planeta tierra, aire, fuego y agua – con el centro como Espíritu .
El octagrama siempre ha sido un símbolo de protección.
Es sabido que en las ciencias sagradas aplicadas al arte, el cuadrado estaba relacionado con la tierra por sus cuatro elementos, o sus cuatro puntos cardinales; por eso, casi siempre se utilizaba en el románico o en el gótico como base de la columna que se unía al arco o al círculo situado en lo más alto del templo o del edificio.; La forma circular, por su perfección, sin aristas, y al mismo tiempo por su sentido de la globalidad que todo lo abarca, se refería al cielo, a la realidad divina, o a la materia primordial del Universo.;  El octógono era así, «la unión entre el Cielo y la Tierra», permitiendo – como en el caso de la columna – el tránsito de espíritus, ángeles y hombres de un lado al otro, en una suerte de Cosmos no quebrado (en pocas palabras un portal dimensional)
Este número se divide en dos partes iguales 4 + 4, que a su vez se dividen en otros dos números iguales 2 + 2, los cuales también se dividen en dos números iguales 1 + 1, de ahí que indica equidad, justicia, equilibrio.  El octavo día de la creación se considera simbólicamente como la resurrección de Cristo, razón por la cual a menudo las pilas bautismales son octogonales. Recuerda la vida eterna que se obtiene con el bautismo. Es como una recreación, el comienzo de una nueva etapa expansiva en el mundo terrenal, una vez conocido lo trascendente. La resurrección proviene de la lucha, de la muerte al mundo de los deseos, de la liberación de la rueda de la existencia y del sufrimiento. Esto está expresado en el Budismo a través del Óctuple Sendero, y en el Sufismo por el símbolo del Octógono. En Numerología, este número esta relacionado con el karma, ya que en épocas en las que su influencia sea preponderante, será cuando recibamos como un boomerang los efectos de nuestros actos del pasado.






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