Por Robin
Artisson
(Traducido
por Manon de The Horn of Evenwood)
Hay diez
pilares que soportan el edificio de la Hechicería. En tus trabajos del Arte,
debes integrar e incluir tantas de estas diez ciencias como puedas; pues cuanto
más éxito tengas en incluirlas, más poderoso y efectivo tu Arte será.
*I. Materiales del Arte Correctamente Preparados*
Cualquier
cosa material que sea usada en tu trabajo, debe ser asperjada o rociada
ligeramente con una mezcla de agua y sal purificadas, después pasada
rápidamente a través del calor y la luz de un fuego purificado. Después, debe
ser puesta en el Triángulo de Manifestación y cargada con su tarea. Diciéndose:
*“Criatura de (cualquier material), quedas
limpia, despierta y preparada para servir a las causas de mi hechicería en el
nombre del Maestro.”*
Puedes
ser más prolijo si quieres, pero mantente enfocado todo el tiempo.
A menudo,
se dará el caso de que uses pintura o tinta para crear talismanes escritos o
dibujados, cargas y cosas así. Si es posible, debes crear estos pigmentos o
tintas tú mismo, en un Anillo Hechiceril debidamente trazado, con cada uno de
los componentes limpiados de la forma anteriormente mencionada, antes de ser
mezclados por tus manos. Deberían mezclarse en un recipiente que descanse en el
Triángulo de Manifestación.
Conforme
los mezclas deberías salmodiar su propósito, en el Nombre del Maestro. Si pretendes
crear talismanes personales o algo parecido, mezcla un poco de tu sangre
directamente con la mixtura.
Debería
mencionarse que los únicos dos colores apropiados de tinta o pintura a ser
usados en los trabajos de hechicería son el negro y el rojo.
*II. Acciones Simbólicas y Recipientes de Simbolismo*
Cuando se
trabaja dentro de un Anillo Hechiceril, deberías prestar atención siempre al
simbolismo de tus palabras y actos, pero también al simbolismo de los objetos
que usas en tu trabajo. Recuerda que la acción simbólica dentro del anillo es el equivalente de eventos reales
fuera de él.
Todos los
trabajos de poder contienen fuertes vínculos simbólicos con los resultados
deseados. Si tu trabajo es para una unión sexual exitosa entre un hombre y una
mujer, la creación de un muñeco masculino y otro femenino, y su unión en tu
Triángulo de Manifestación, dentro de un Anillo debidamente trazado, es de gran
efectividad y un buen ejemplo.
*III. El Poder de la Palabra Usada Concisa y Repetidamente*
La
palabra hablada es el centro de la Hechicería; la voluntad del brujo o
hechicero debe ser encarnada en palabras. Lo
que deseas, lo que quisieras que pasara, debe ser pronunciado clara y
concisamente, y repetido muchas veces tanto mientras trabajas como cuando
terminas dicho trabajo.
Estas
palabras son instrucciones a los poderes que responderán a tu trabajo, tales
como tus espíritus familiares, o quienes determine el Maestro que responderán,
si has tenido éxito. Esa declaración hablada que haces, la carga, no debe
contener demasiadas palabras, ni demasiado pocas. Cada palabra de la carga debe alinearse perfectamente con tu voluntad;
no hay lugar para la ambigüedad o el compromiso.
*IV.
La Actividad y el Poder del Familiar*
No hay Hechicería ni
Brujería sin el poder y actividad secreta del espíritu Familiar. El “Familiar” pueden ser aquellos espíritus
asignados a ti por el Maestro, o por los poderes del Inframundo, o el término
puede referirse a dichos mismos poderes, incluso al mismísimo Maestro.
Antes de llevar a cabo los actos de Hechicería o Brujería, necesitaras identificarte
con un espíritu Familiar o con el Maestro, u otros poderes del Inframundo que
deban ayudarte. Los seres humanos no son las verdaderas fuentes de poder que
encarnan o manifiestan; son recipientes de poderes invocados e influidos por la
voluntad. Ningún encantamiento o conjuro puede funcionar sin invocar el nombre
de los espíritus familiares, u otros poderes que actuarán en calidad de un
Familiar dado a ti para tus trabajos.
El Maestro mismo es un Familiar
para todos los trabajos de Brujería, y puede ser invocado por todos para
cualquier propósito.
*V.
La Transferencia de Mano, Palabra y Acto*
Cuando trabajes, tan a
menudo como te sea posible, no permitas que tus manos trabajen solas. Ni
deberías permitir que tus palabras sean pronunciadas solo por ti, ni que tus
actos sean solo tus actos. Apela siempre
a los poderes de los espíritus Familiares, o incluso al Maestro u otros Grandes
Poderes, transfiriendo tus manos, palabras y actos a los suyos propios. ''No es mi mano la que hace esto...'' dice el brujo mientras
da forma al barro que se convertirá en el cuerpo de un muñeco, “sino la mano del
Maestro”. Esta
declaración verbal provoca una “transferencia”
de poder,
uniendo tus manos a las del Maestro o de algún Familiar, una verdadera
invocación de su poder a través de tu mente y tu cuerpo.
Cuando hagas
conjuraciones, recuerda:
“No es mi lengua la que hace este encantamiento, sino la lengua del
Maestro”.
“No son mis manos las que hacen este acto, sino las manos de ese poder
Familiar a mí”.
Así, tu poder es
añadido al del Inframundo, y su poder añadido al tuyo.
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