ESPÍRITUS FAMILIARES Y LAS BRUJAS

Desde tiempos inmemoriales hemos relacionado a la figura de la Bruja con misteriosos y peculiares animales relacionados al folclore mágico de la brujería, ¿se han preguntado la razón?

 Su presencia en nuestro plano surge de la necesidad del ser humano para comunicarse con el mundo invisible de los espíritus, una especie de “mediador entre los mundos” y se cuenta que se manifestaba en forma animal poniéndose en contacto con una Bruja para transmitir algún mensaje, posteriormente se desarrollo el concepto de un sirviente o aliado con el surgimiento del Cristianismo.

En esta visión parcial distorsionada de los familiares estas criaturas fueron interpretadas como “socios del mal” que ayudaban a la Bruja con hechizos dañinos.

Contar con la energía de un Espíritu Familiar permite a una Bruja fusionarse con los instintos del animal y así interactuar con las fuerzas de los elementos, ya que sus sentidos son más agudos que los de los seres humanos. Desde una perspectiva ocultista, los sentidos psíquicos de los animales están mas desarrollados y fuertemente vinculados con otros mundos, por lo que la Bruja que coexistiera con alguno se beneficiaría de ello, ampliando su visión de otras realidades e intensificando los patrones de energía y en un orden natural de esta unión se generaría la “consciencia mágica”, logrando así la apertura de portales hacia otros reinos.

En los primeros escritos acerca de Brujas y estos espíritus asociados con la Magia, se describen apariciones de ellos en bosques, lagos y cuevas; dicha connotación los conecta directamente al Inframundo y sus Deidades, tales como Hécate, Diana, Morrigan, Hades, Cernunnos entre otros.

Pero cuando la humanidad comienza con el desarrollo de las civilizaciones, estableciendo granjas, poblados y ciudades ocurrió una perdida de conexión con la Naturaleza y sus habitantes sutiles y en vez de trabajar en una “causa común” con ella muchos de ellos establecieron un “dominio” sobre sus bondades. En respuesta muchos de estos espíritus se retiraron de la compañía de los seres humanos. Por el contrario la Bruja busca mantener su conexión con la Naturaleza respetando a todos sus habitantes.

El concepto del ESPÍRITU FAMILIAR, es un espíritu de otro plano que era capaz de habitar en el cuerpo físico de un ANIMAL, pero con la llegada de las religiones patriarcales el término se refería a una entidad menor que se creía vivía con una bruja o mago como sirviente doméstico, espía y compañero asistiéndola energética y físicamente para hechizar enemigos o a transmitirle mensajes malévolos de otros planos de consciencia.

Se pensó a menudo que el animal poseía poderes mágicos, como la capacidad de cambiar su forma. De hecho se han encontrado vestigios de una gran variedad de artefactos que representaban diferentes animales y criaturas tallados o pintados, haciendo alusión de su presencia en las prácticas mágicas desde que se tiene registro.

Eran personajes muy representativos relacionados con la brujería inglesa en el período temprano moderno y aparecieron de manera prominente en muchos ensayos de brujas británicas de la época.

Los familiares adquieren este nombre, del latín “familiaris” (que significa un “siervo del hogar”), se mencionaron en la Biblia refiriéndose a las guías espirituales de los hechiceros y nigromantes, y se emitieron advertencias alarmantes contra cualquier contacto con ellos: “El hombre ó mujer que tuviera un espíritu familiar, sería acusado por brujería y ciertamente será ejecutado: los apedrearán con piedras; su sangre estará sobre ellos “(Levítico, 20:27). ¡Que terror y que ignorancia azotaba esos días!

La Autora Margaret Murray fue responsable de gran parte del conocimiento moderno sobre el familiar de la bruja, especialmente como parte de su análisis en profundidad de la cultura y el folclore que rodea a la brujería publicada en su libro en 1921 “The Witch Cult in Western Europe”.

La mayoría de testimonios de familiares provienen de ensayos de brujas inglesas y escocesas del siglo XVI y XVII, como las de las Brujas de Belvoir y las de North Berwick. La tradición que rodeaba el espíritu familiar sugería que una bruja lo recibiría después de su iniciación en un Aquelarre.

Los contenedores o recipientes -por llamarlo de alguna forma-  de familiares mas tradicionales para tales espíritus eran: el gato, el perro, el ratón, la liebre, el murciélago, la rana, la serpiente o el cuervo o el búho.

Aleatoriamente surge otra teoría de que un familiar también podría ser una persona, no un animal, describiendo a seres humanos familiares en toda Europa Occidental en la Edad Media, por lo general refiriéndose a un demonio que había tomado posesión del cuerpo de un ser humano.

En el siglo XX, el llamado “Rey de las brujas”, Alex Sanders, se jactó de la creación de un “bebé espiritual”, Michael, que se convirtió en uno de sus familiares, como más tarde hizo otra entidad llamada Nick Demdike. OJO, este último apartado se los comparto como referencia informativa e histórica, aunque no coincido con dicha teoría ya que en mi experiencia los espíritus familiares distan mucho de dicha descripción.

Siempre he pensado que la Bruja NO ELIGE necesariamente a uno o varios familiares  -varia el caso- tanto el espíritu, como la Bruja parecen descubrirse y vincularse entre sí. No importa qué tipo de animal pueda ser, el familiar NO es una simple mascota. Este ser mágico en cuestión es el revelador de verdades y un socio respetado en todos los sentidos.

Una pregunta muy frecuente que me han hecho es,  ¿un espíritu familiar únicamente se puede adquirir por medio de un ser vivo que habite nuestro plano? La respuesta es no…

Si una Bruja desea convocar a un familiar, generalmente lo hace a través de un hechizo o ritual, muy específico para generar una proyección astral (viajar sin cuerpo) de dicha energía. Comienza creando un espacio sagrado, medita, ora y coloca la solicitud en manos de la naturaleza. Durante la meditación, la Bruja visualiza un espacio habitable para que la criatura correcta pueda encontrar fácilmente su camino hacia la puerta de su hogar. Este es solo el comienzo, en otros Post prometo compartirles algunas técnicas para lograr este contacto, es un tema muy extenso.

Para muchas de las Brujas Modernas de hoy en día, el concepto de Familiar es más conocido como un animal guía o de poder,  una creencia más apegada a las tradiciones Indias, mensajeros de otro mundo dotados por el “gran espíritu”. También sanadores y poderosos aliados para el transito mágico, catalogándolos en 3 tipos generalmente:

Familiar físico: Puede estar contenido en un animal que habita en nuestro hogar.

Familiar Astral: Subsiste como una entidad consciente que se manifiesta cuando hacemos magia o solicitamos asistencia.

Familiar Artificial: Aquel que puede ser creado a través de un proceso mágico.

Es una gran bendición contar con la presencia de estos hermosos espíritus, te asisten en momentos de magia, curación, sueño, comunicación, protección y guía, una de sus grandes misiones si así lo deciden es salvaguardar a la Bruja que eligieron acompañar.