En cualquiera de los dos casos, tus buenas intenciones siempre deben ir por delante. De lo contrario, no surgirá efecto. Si este es el caso, escribe su nombre en un trozo de papel blanco de forma vertical y su apellido sobre él de manera horizontal. Como si se tratarse de una cruz que estás dibujando.
Coloca esa hoja al fondo de un vaso de vidrio con las escrituras hacia abajo. Encima echarás borra de café y un poco de agua. Asegúrate que el líquido cubra un poco más de la mitad del pequeño recipiente.
Junto al café enciende una vela blanca de parafina y espera que se consuma completamente. Mientras haces todo este proceso, visualiza exactamente lo que quieres que ocurra. Puedes verbalizarlo en una oración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario