Para ello, primero es
necesario saber cómo es imposible extraer esa energía.
Se trata de saber primero
cómo no se puede hacer algo, o simplemente cuáles no son las soluciones para
algo. Es decir, se trata de conocer primero el no para, a partir de ahí, tener
un punto de referencia acerca del sí.
Por ejemplo, veamos cómo
no es posible extraer energía de la fuente cósmica.
La envidia, la mezquindad,
la agresividad, la falta de respeto, los instintos desbocados, la
susceptibilidad, la depresión, la hipocresía, la deshonestidad, son estados del
alma humana que no permiten afinar o ajustar sutilmente nuestros receptores
internos para ser capaces de conectar con la Fuente Cósmica de la Energía.
Nada ni nadie dan de lo que no tienen, y esto es también algo que podemos aplicar al de lograr
nuestra magia. Es decir, para captar energías superiores es necesario por lo
menos haber generado internamente una subida de tono o de nivel de nuestras
energías personales.
Es hasta cierto punto la
ley de la escalera, según la cual, no parece que sea factible subir escalones
de diez en diez.
Para tocar a una puerta
superior es necesario hacerlo con el toque adecuado, con la vestimenta adecuada
y con el respeto adecuado.
Todo esto es lo que
llamamos genéricamente el ceremonial, que es simplemente la manifestación
científica y artística de un orden y de un respeto a la hora de, en este caso,
tratar de conectar con una fuente superior de energía.
Nadie puede poner su mente más allá de lo que su mente genera,
es decir, de sus propias vibraciones. De igual
manera, no es posible ver la Tierra como planeta en conjunto si no nos
colocamos fuera de la atmósfera terrestre.
Necesitamos primero
alcanzar un punto suficientemente alto que nos permita ver las cosas con mayor
perspectiva y con mayor ángulo. De otra forma, estaremos engañándonos a
nosotros mismos.
Podríamos entonces
preguntarnos para qué sirve este asunto de la Fuente Cósmica de la Energía, si
para acceder a ella nosotros necesitamos previamente haber alcanzado un
determinado nivel vibratorio.
Esto es algo tan sencillo
como lo que significa el cauce y el agua de un río.
En caso de lluvias
torrenciales, el agua se sale fuera del cauce, con lo cual el río ya no es
capaz de controlar esa gran cantidad de fuerza y de energía transportada por el
agua.
Sucedería lo mismo si el
ser humano fuera capaz de recibir una mayor cantidad de energía de la que es en
un determinado momento capaz de captar y de manejar de una forma mínimamente
fiable.
Frecuentemente, el ser
humano hace uso de sustancias externas alucinógenas, con el fin de acentuar
momentáneamente su nivel vibratorio cerebral, haciendo que el cerebro se
encuentre especialmente impactado por cantidades ingentes de neurotransmisores.
Pero ya se ha comentado que eso es enormemente peligroso debido a que no se
trata de una secreción natural del cerebro, y es que en un momento determinado,
se puede ver sobrepasado por sus propias secreciones.
Esto es algo muy diferente
a lo que sucede cuando el ser humano, mediante la realización de prácticas
relajantes, vivificantes, de contacto con la naturaleza, de deporte, de
meditación, de arte o de creatividad, genera internamente en su cerebro las
llamadas endorfinas, que son las sustancias naturales de la felicidad, las
cuales se segregan de una manera mucho más moderada y siempre sin efectos secundarios.
La Magia se guía por el básico principio de que nada llega si no se ha
trabajado previamente, lo cual es en buena medida, una especie de ley
pedagógica universal. Esto significa que la evolución va paso a paso, que es lo
que hemos dado en llamar en la Psicología Trascendental la "evolución
infinitesimal de la consciencia".
Este camino es
aparentemente más largo que multitud de soluciones fáciles y de píldoras
mágicas que se ofrecen por ahí, pero aun pareciendo el camino más largo, es en realidad
el más corto.
Hay que tener en cuenta
que la captación de energía, de por sí no significa la solución a todos
nuestros problemas, sino simplemente, el hecho de revitalizarnos y de llenarnos
de un nuevo nivel de fuerza.
Así, tampoco resulta muy
exacto comparar al ser humano con una especie de batería en lo que respecta a
su nivel energético. El ser humano necesita vaciarse de energías inferiores o
de menor categoría para, a continuación, llenarse de energías de mayor nivel.
Los teóricos "Samadhis"
o "Nirvanas", o paraísos ficticios, o utopías, en realidad pueden
conducir a todo lo contrario, cuando se pretende alcanzarlos de forma brusca,
por métodos cómodos, o simplemente, intentando conseguir sensaciones exóticas.
Se ha dicho que "lo que bien empieza bien acaba y lo que
mal empieza mal acaba", y esto es ciertamente así en lo que al nivel de la
Magia se refiere.
Es conveniente comenzar
con pausa y saber escuchar a aquello que demuestra que tiene un nivel de
experiencia y de sabiduría, y no solamente nos estamos refiriendo a personas
duchas en el terreno esotérico, sino a saber escuchar y aprender de cualquier
persona y de cualquier situación en general, es aprender lo que el Universo nos
quiere enseñar con cada lección que nos da, analizarlo, aprender y corregir, irnos mejorando internamente.
Otro factor importante a
tener en cuenta es a la hora de hablar de la Fuente Cósmica de la Energía, implica
el centrarse en otros aspectos que no sean puramente la intensidad de esa
energía, que es el gran error que suelen cometer muchos a la hora de buscar ese
teórico paraíso mental.
Intensidad de energías
supone, en un momento determinado, alcanzar un estado mayor o menor de cierto
éxtasis, pero eso no sirve de mucho si a los dos o tres días se sucede un
estado de depresión y a continuación se vuelve a otro de estrés. Además de la
intensidad de la energía, hay que hablar de la calidad y de la sutileza de la
energía.
Hay que tener en cuenta
que cada cabeza pensante es un mundo o hasta un Universo en sí misma, lo cual
significa que aunque los seres humanos podamos conectar con la Fuente Cósmica
de la Energía en mayor o menor medida, cada uno lo hace de una manera diferente
en función de nuestras características intrínsecas.
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