Antes de entrar en este
tema, quiero dejar claro que en principio, la brujería no es satánica, entre
otras cosas porque Satán es una figura que nace con el cristianismo, mientras
que las prácticas de los brujos son paganas, o sea, precristianas.
No pueden
adorar una figura que no conocen. Después del Medioevo, se produce una mixtura
de creencias y aparecen brujos seguidores de Lucifer.
Tradicional O Ecléctica
Con el devenir del tiempo
y en el camino del brujo solitario o solitaria, cada vez se encuentran más
senderos, tanto que llegan a confundirnos y por momentos a crear un
cuestionamiento sobre nuestro avance en el camino.
Ahora hay tantas clases de
Brujos, que no sabemos quien es quien y que camino está siguiendo.
Voy a intentar hacerles
una clasificación simple y de fácil entender según lo que he podido ver y
aprender.
La Brujería podríamos dividirla en dos categorías que nos
permitirían comprenden mucho mejor estos caminos, como se originan y cuál es su
estructura. Estas dos clasificaciones son:
La Brujería Tradicional y
La Brujería Ecléctica
Por un lado la Brujería
Tradicional pierde sus orígenes en los misterios de la historia y se adscribe a
reglas establecidas, jerarquías y estructuras rígidas de formación y entrenamiento, por el otro, la Brujería
Ecléctica es una corriente moderna de Brujería mucho más relajada que surge de
la necesidad individual de incorporar elementos de diversas tradiciones o
corrientes espirituales en beneficio del practicante (muchas veces autodidacta
y solitario).
Ambos creencias y caminos son
perfectamente válidos y respetables, pero diametralmente opuestos, con sus
respectivas limitaciones y ventajas.
La Brujería Tradicional:
De acuerdo a lo
manifestado por Kramer y Sprenger en su Malleus
Maleficarum (El Martillo de las Brujas, obra que
pretendía brindar pautas concretas para la identificación de una bruja), las
creencias populares generaron un mito enorme alrededor de la figura de la bruja
y de todo lo que esta, supuestamente, era capaz de hacer. El adorar a las
fuerzas de la naturaleza, identificadas con la figura del Macho Cabrío, como
vimos antes, llevó a entender que quien era adorado era el mismísimo Lucifer.
En la brujería, sin
embargo, éste no existe; debemos recordar que Lucifer es el antagonista, el
opositor en la doctrina católica y la brujería no se reconocía a sí misma como
parte de ella, si bien es cierto que algunas figuras paganas fueron “adaptadas”
a conveniencia del cristianismo.
Todas las referencias
históricas que existen en torno a la Brujería se fundamentan y encuentran sus
bases en esta categoría. Sin embargo, es de todas las formas de Brujería la más
hermética y desconocida para el común de las personas.
Si bien es cierto el
término bruja pareciera encontrar su origen en Europa, las prácticas de
Brujería se extienden a todos los continentes y se especializan según sus
propias normas y enfoque.
La Brujería Tradicional
corresponde a una línea que apunta a conservar las raíces, a respetar los
procedimientos y descubrimientos del pasado, tanto como preservar el
conocimiento ancestral de grupos determinados.
Esta corriente se mantiene
en grupos familiares o muy reducidos núcleos centralizados que en ocasiones se
expanden pero de manera independiente y no interrelacionados necesariamente.
Existen costumbres, prácticas,
ritos y ceremonias perfectamente estructuradas que se presentan al practicante
en un orden establecido que asegura su aprendizaje progresivo, las cuales son
de carácter secreto y privado, solo quienes demuestran ser merecedores de ese
conocimiento pueden acceder a ello.
En la antigüedad y hasta
no hace más de 60 años era tremendamente difícil acceder a un verdadero grupo
de Brujería Tradicional, ya que esto solo era posible por invitación directa de
algún miembro participante, e incluso esto no aseguraba tu ingreso formal (esto
ha variado un poco en los últimos años). Se debe conquistar el derecho a
pertenecer o aprender, es algo que debes ganar tras sortear una serie de
pruebas y desafíos que demuestran tu valor y lealtad.
Aunque tuvieras acceso a
fragmentos limitados de información sobre la Brujería Tradicional se te haría
imposible comprenderla por tu propia cuenta, ya que su conocimiento está
cifrado en complejos códigos herméticos y símbolos mistéricos.
Por lo general esta
categoría es de carácter iniciático y demanda de parte de sus miembros un
compromiso real y sincero con su comunidad.
Incluso hoy en día
encontrar un verdadero grupo de Brujería Tradicional es tremendamente difícil,
ya que suelen ser muy reservados en sus prácticas y pertenecer a ellos, tanto
como en el pasado, es un enorme privilegio.
La Brujería Ecléctica:
Surgió en parte motivada
por la ola esotérica generada por el New Age y el posterior posicionamiento del
Neo – Paganismo.
En la Brujería Ecléctica
puedes comenzar por tu propia cuenta (como autodidacta) y trabajar en grupo o
solitariamente. Las creencias y prácticas son un cúmulo de sincretismo
espiritual donde el practicante decide que se adapta mejor a sus intereses y
necesidades.
Cualquier persona
interesada en la Brujería puede pertenecer a esta categoría, incluso muchas
personas practicantes de la magia o artes secretas que no se sienten cómodos
con la definición de Brujo (bruja) entran en esta categoría.
Los gnósticos, ocultistas,
espiritistas, psíquicos y mediums (entre otros) son considerados parte de esta
categoría que une muchos caminos modernas de la Brujería.
A diferencia de la
Brujería Tradicional, la Brujería Ecléctica no posee un linaje ni una tradición
consolidada, sus procedimientos derivan de la práctica y el aprendizaje
individual (experimentación personal).
Para los Brujos
tradicionales, quienes practican la Brujería Ecléctica solo son aspirantes a
aprendices de Brujo (en ningún caso verdaderos Brujos).
Esto último genera mucha controversia
y es lo que ha dado pie para que algunas corrientes eclécticas se auto
proclamen tradicionales.
“Lo cierto es que un Brujo se percibe, su impronta aunque
mundana se siente diferente, hay un brillo distinto o distante en sus ojos al
del común de la gente. En su andar la naturaleza le saluda, los animales le
reconocen como un igual.
Su presencia se impone y su ausencia se nota.
Su compañía dota a la realidad y a la vida de una profunda
intensidad, una que pareciera ser una relación muy antigua por que su energía
nos conecta con lo sagrado.”. Holkroft
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