viernes, 26 de julio de 2019

LIMPIAR, CONSAGRAR, DEDICAR Y CARGAR OBJETOS



Limpiar
 Limpiar un objeto consiste en quitarle todas las energías negativas que contiene.
Es el primer paso en el proceso de transformar un objeto mundano en uno mágico, ya que posteriormente lo tendremos que cargar con una energía nueva y limpia.
Se puede limpiar un objeto por medio de cualquiera de los cuatro elementos:


Agua:
Si el objeto se puede mojar, lo debemos sumergir en un lugar con agua a la vez que visualizamos cómo las energías negativas pasan al agua, quedando el objeto limpio.  Si el objeto no es permeable, lo pasaremos por la superficie del agua, pero sin que ésta  llegue a tocarlo.

Fuego:
Si queremos limpiar el objeto por medio de este elemento, hemos de pasarlo
por la llama de una vela o una hoguera mientras que visualizamos cómo la energía negativa se transforma en fuego, dejando el objeto limpio.

Tierra:
Para limpiar mediante la Tierra, se puede poner el objeto junto a una planta
o enterrado en el jardín mientras pensamos en cómo la tierra absorbe todas las energías negativas.

Aire:
Si es un día ventoso, se puede exponer el objeto a la fuerza de éste mientras visualizamos cómo se lleva el viento las energías negativas, pero también se puede realizar exponiendo el objeto al humo del incienso.

Consagrar
El objetivo de consagrar un objeto es hacer que pase a ser de un objeto normal y corriente a un objeto mágico.
Mediante la consagración, se le dota de poder, se transforma en un objeto sagrado.
Así, si tomamos una copa, en principio es sólo una copa, pero tras consagrarla la habremos transformado en un cáliz para la magia.
Para ello podemos decir: "Yo te consagro como un cáliz para la magia".

Dedicar
Una vez limpio y consagrado, procederemos a dedicar el objeto en cuestión.
Se puede dedicar de dos formas:

Diciendo la función del objeto, cómo queremos que actúe, o para qué lo queremos utilizar:
"Tú servirás para beber la bebida sagrada en los rituales...".

Diciendo a qué deidad lo dedicamos:
"Escudo sagrado, yo te dedico al servicio de la diosa Atenea...".

 Cargar
Para terminar, podemos cargar el objeto con energía nueva y limpia,  por lo que podemos cargarlo con energía de alguno de los cuatro elementos:
 Para cargar un objeto con el Agua, se puede dejar sumergido en una zona de agua limpia, como un río, el mar, o simplemente agua mineral.
 Para cargar un objeto con el fuego, podemos colocarlo cerca de una vela u hoguera hasta que ésta se consuma, o dejarlo expuesto al sol.
 Para llenar un objeto con energía procedente de la Tierra, podemos colocarlo junto a una planta grande, o enterrarlo en el jardín.
Si queremos cargarlo con el Aire, podemos exponerlo al humo del incienso.





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