Los bloques con los que se
ha construido la vida, a su vez conforman la naturaleza humana, según los modos
básicos de ser.
El reputado psicoanalista
Carl Jung identificó cuatro tipologías de la personalidad que se correspondían
con los elementos, con los cuatro palos del Tarot y su visión intemporal de la
humanidad, un reflejo de esta idea de las cuatro formas básicas de ordenar,
entender, e interpretar nuestra experiencia vital.
Desde esta perspectiva,
cada año se convierte así en un viaje a través de cada uno de estos elementos,
ofreciéndonos la oportunidad de vivirlos de forma plena, a fin de corregir el
desequilibrio que hay en nuestras vidas. Aunque voy a desarrollar esta idea de
conexión y correspondencia de forma más amplia, más adelante cuando me ocupe de
las estaciones, el resumen que ofrezco a continuación tiene la intención de
hacer que mediten al respecto del modo en que la Naturaleza nos enseña sobre
nosotros mismos.
Se hallará una hermosa
interrelación que se implica en esta visión, desde donde es factible percibir a
la vez un delicado equilibrio y un firme fundamento en la fuerza y en la
permanencia.
Una vez que uno se ha
abierto a ellas, las correspondencias le sugerirán un sistema de vida que surge
del concienciarse como parte de un todo mayor.
Estas correspondencias
constituyen los elementos de las estaciones tal y como las conocemos y están
extraídas de las tradiciones occidentales europeas y nórdicas, que forman nuestra herencia cultural.
Pero si alguien está
interesado por otros caminos –la visión de los aborígenes norteamericanos, por
ejemplo- deseo que también se interesen en descubrir que dicha propuesta conforma otra visión del
gran ciclo, diferente de la que explico aquí.
Cada cual debe descubrir
la visión que tiene el significado más profundo para sí mismo.
Se crea el principio de lo
semejante, en el origen de la vida, la Diosa Fauna, el Dios Fauno, los
elementos y los elementales. Los grandes
Sabbats y los Esbats, rituales de infinito poder que son realizados por los
druidas en gratitud y honor de la naturaleza, en cada estación aparece fuerza
de los pequeños seres que rigen las plantas y los arroyos, el mundo féreo se
complementa con el universo real.
Los druidas descubren el
poder del sol y los cambios que se presentan durante todo un recorrido o año,
inicialmente se cuenta el año por 13 lunas llenas.
¿QUE SON LOS ESBATS Y LOS SABBATS?
Los
Esbats son fiestas lunares o mensuales, especialmente cuando se refiere a la
luna llena y la nueva.
Procede
de la antigua palabra francesa esbattre, que quiere decir "retozar".
En
los Esbats suele realizarse magia, individualmente y en grupos.
A
diferencia de los Sabbats, los Esbats
son fiestas generalmente lunares y en honor a la gran Diosa, aunque eso no
quiere decir que no se pueda venerar al Dios también. Estas noches son las
mejores para hacer hechizos y ayudar a otras personas o a usted mismo.
Debido
a la rotación de la tierra, hay trece lunas llenas, y cada una tiene un nombre
tradicional
Las
festividades paganas o Sabbats son unas fiestas muy importantes para la
religión Wicca y para la tradición pagana. Los Sabbats son como una rueda que
gira durante sus ciclos del año.
Se
debe celebrar cada una de ellas por respeto a Dios y a la Diosa y porque son
parte de la tradición.
La Rueda
del Año es el calendario de los Paganos y de los Wiccanos.
Es
la gráfica que usamos casi todos los seguidores de la Antigua
Religión para expresar el curso vital de la Naturaleza, el pasaje
de los Dioses y el momento adecuado de cada fiesta.
En mi entender es el calendario más equilibrado y armonioso que existe, ya que sus fiestas están marcadas por los tránsitos estacionales de la propia Naturaleza y no por la mano del hombre.
Los
brujos y brujas de la actualidad lo utilizamos para señalar las épocas
importantes del año, las fiestas más sagradas para nuestra fe y los
movimientos astro-físicos que afectan al curso de la vida en la Tierra.
Su origen es sumamente antiguo, ya que su estructura está inspirada en la observación del ciclo natural, en el viaje que recorre la Tierra alrededor del Sol y en las expresiones naturales.
Su origen es sumamente antiguo, ya que su estructura está inspirada en la observación del ciclo natural, en el viaje que recorre la Tierra alrededor del Sol y en las expresiones naturales.
Se
puede decir de él, que es el calendario más antiguo del mundo, ya
que la primera medición del tiempo que se hizo en la antigüedad,
estuvo marcada por el ciclo de la Luna y de las estaciones.
Está compuesto por 8 Fiestas Sagradas (los Sabbats) y sus festividades nos hablan de los momentos más importantes para vida natural.
Marcan
las etapas de la siembra, cosecha, época de apareamiento de los animales,
etc.
Todas estas etapas están resumidas en las 8 fiestas sagradas, en los 8 radios que componen la rueda, y en las 8 fases de la vida; nacimiento, crecimiento, creación, apareamiento, victoria, madurez, decadencia y muerte.
Cuando una persona comienza a estudiar la antigua religión, y la tradición, aparte de estudiar los conceptos del Dios, de la Diosa y del Gran Espíritu, aprende cómo es nuestro calendario y las fiesta sagradas.
Esto
es así porque mediante las fiestas y celebraciones nos acercamos a la
Naturaleza y conectamos con los Dioses.
Resulta
lógico y coherente que nuestro calendario esté inspirado en el curso natural de
la Tierra, pues nuestra fe está basada en la Naturaleza.
En total hay 8 fiestas, y cada una de ellas tiene un nombre por el que se identifica. Aunque los nombres pueden variar según donde vivas, los más conocidos de las 8 son;
YULE - El Solsticio de Invierno (20-21 Diciembre)
IMBOLC (2 de Febrero)
OSTARA - El Equinoccio de Primavera
(20-21 Marzo)
BELTAINE (1 de Mayo)
LITHA - El Solsticio de
Verano (20-21 Junio)
LAMMAS - LUGHNASADH
(1 de Agosto)
MABÓN - El Equinoccio de
Otoño (22-23 Septiembre)
SAMAHÍN - HALLOWEEIN (31
Octubre)
Los nombres provienen del inglés y del germano antiguo.
Esto
es así porque las culturas celta y germánica fueron grandes en
la Antigua Religión y tuvieron gran expansión en la antigüedad.
Las
fiestas a veces pueden variar debido a que los Equinoccios y los Solsticios no
siempre caen en la misma fecha.
A
veces varían uno o dos días, según los movimientos astrológicos.
Los Paganos celebramos estas fiestas de distintas formas, con distintos métodos y formas, pero todos celebramos la esencia de lo que ocurre en la Naturaleza. Cuando llegan las fechas expresamos nuestra fe mediante ceremonias y ejercicios simbólicos.
Por
ejemplo, cuando llega la fiesta del Equinoccio de Primavera (Ostara),
decoramos huevos pintándolos, para representar el renacimiento de la Tierra.
En
el Solsticio de Invierno (Yule) preparamos un tronco para simbolizar el
"calor del hogar".
En
la fiesta de Imbolc encendemos muchas velas para anunciar que los días se
alargan. Y en la fiesta de Samahin recordamos y honramos a los ancestros.
Tradicionalmente
en cada fiesta se lee un mito asociado al Dios y a la Diosa Madre. Los
mitos son variados y cada uno expresa una metáfora de la Naturaleza que lleva
una enseñanza.
Estos mitos se leen en los
días sagrados, cuando celebramos nuestras ceremonias y hacerlo nos ayuda a
recordar que los Dioses viven en la Naturaleza y que la Tierra es Sagrada
porque fue creada (y en ella están) los Padres de la Vida.
La
palabra Sabbat proviene del hebreo y significa "descansar".
Los
paganos utilizamos esta palabra para expresar los días sagrados de la tradición.
La palabra "Akelarre" deriva del vascuence (tierra sagrada para los
Paganos), y literalmente significa; "prado del cabrón". Proviene de
la localidad de Zugarramurdi (Navarra), y hace alusión al prado verde y natural
donde las brujas celebraban sus ceremonias en honor al Dios Cernunnos (Guardián
del Equilbirio Natural).
Las 8 Fiestas de la Rueda son para los paganos las fiestas más importantes del Año. Aunque también existen los Esbats (Fiestas de Luna Llena), los Sabbats son los más trascendentales para nuestra fe. Son universales para nosotros, ya que vinculan la vida de la Tierra con el Universo.
Aunque las 8 Fiestas son importantes para nosotros, las más antiguas son Samahín y Beltaine. Son las más primitivas y sagradas, ya que desde tiempos inmemoriables han marcado las épocas de apareamiento de los animales y la fertilidad de la Tierra.
Para los Celtas, Sámahín era el comienzo del Invierno y Beltaine el comienzo del Verano. Ellos tenían dos estaciones y no cuatro como nosotros. Para ellos sólo había Verano e Invierno, y estas dos fiestas marcaban el comiendo y el final de las mismas. El Invierno estaba regido por el Dios, y el Verano por la Diosa. Ella como Madre de la Tierra comenzaba a gobernar la época luminosa del año mediante la llegada de las flores, y como todos sabéis Mayo es el mes de las flores. Por su parte el Dios anunciaba su estación mediante el celo de los Ciervos (que comienza a mediados de Octubre) y el final de las cosechas.
Si estudiamos el curso de la Rueda y contemplamos detenidamente lo que ocurre en la Naturaleza en cada una de las fiestas, comprobaremos que los sabios que establecieron este calendario, conocían a la perfección el mundo natural y sus ritmos.
Puedo dar fe de eso. He celebrado las Antiguas Fiestas de la Rueda durante 8 años y cuanto más aprendo sobre la Naturaleza y sus rumbos, más me doy cuenta que la Rueda es perfecta en sintonía.
Los 8 Sabbats son los días sagrados de la antigua fe, son oportunidades estupendas para ir a la Naturaleza y ser consciente de lo que pasa en cada fecha, sino que a nivel energético y psicológico nos ayudan a trascender espiritualmente.
Igual que un Budista tiene sus fiestas santas, un cristiano lo mismo y un musulmán igual, los Paganos tenemos las nuestras, y en nuestro caso están marcadas por la propia Naturaleza.
La
diferencia entre nuestras fiestas y las de las otras religiones es que las
nuestras no están originadas por los hechos divinos que haya manifestado
el fundador de ésa religión, sino por los ciclos que expresa la
Naturaleza, pues en ella vemos la firma de lo Divino, entendida como un
Dios Padre y una Diosa Madre.
La celebración de las 8 fiestas es importantísimo, pues nos permiten conectar más profundamente con la esencia de la naturaleza.
Cada
una tiene su encanto, su poder, su fuerza, su mensaje. Todas son necesarias
para mantener el equilibrio, expresar un punto vital de la Tierra y mejorar
nuestra existencia.
LOS ESBATS
La segunda rueda del año está compuesta por trece ciclos lunares que
ocurren dentro del año solar, llamados por los paganos "Esbats". Los brujos
usualmente se reúnen haciendo un akelarre
en luna llena o en luna nueva y algunos manejan ambas fases.
Los practicantes solitarios suelen conmemorar el viaje de la luna a través
del cielo en ambas ocasiones, pero la noche festiva siempre ha sido la de la
Luna Llena.
La gran luz de la noche en el cielo fue el primer calendario de la
humanidad. En muchas culturas pre patriarcales, se consideraba un símbolo
femenino, representante de la Diosa debido al hecho de que su revolución
sinódica, o relacional, alrededor de la tierra toma veintinueve días, doce
horas y cuarenta y cuatro minutos, que estrechamente coincide con el ciclo
menstrual femenino de veintiocho a treinta días.
Su fase creciente representa el
aspecto virgen de la Diosa, es la Diosa doncella, y tambien es un arquetipo de
toda mujer, la luna llena simboliza
la plenitud del aspecto de la madre, de la dación, también arquetípica y la luna menguante el aspecto sabio de
la anciana, del retorno al origen y también es un arquetipo.
Muchas culturas han asignado nombres a cada una de las trece lunas llenas
que generalmente ocurren dentro de nuestro año solar estándar.
Durante más de seis mil años, el calendario judío ha permitido ajustes
periódicos, mientras que el calendario lunar islámico no tiene ninguno.
El resultado es que en el Islam un día sagrado puede y eventualmente lo
hará, caer dentro de la temporada correspondiente del año solar.
Los irlandeses tienen un conjunto de nombres, los africanos occidentales
tienen otro grupo, y los norteamericanos han creado varios de sus propios
nombres lunares, algunos tomados de las tradiciones espirituales de los nativos
americanos.
Sin embargo, el hecho es que trece
meses lunares son un período de tiempo más largo que nuestro año solar de 365
días.
Trece ciclos lunares completos demoran aproximadamente 374 días.
Algunas tradiciones han dividido sus lunas llenas en veintiocho días, sin
tener en cuenta la fase de la luna, así que los años solar y lunar comenzarán y
terminaran al mismo tiempo.
Esto ocurre con frecuencia entre los practicantes Norte Americanos que
utilizan el calendario lunar Irlandés-Celta. Otras brujas simplemente elegirán
reconocer dos días de año nuevo separados, o usarán la Luna Azul -una segunda
luna llena que cae dentro del mismo mes solar como un punto para hacer
cualquier ajuste.
Ambas cuentas nunca será una coincidencia exacta, pero debemos tener
presente siempre que en la brujería, honramos las realidades duales, entonces
claro que nos es posible honrar dos ruedas de tiempo separadas y diferentes
aunque igualmente importantes.
LA CELEBRACIÓN
DE ESBAT
Muchas brujas que practican su fe a solas, aprovecharán la luna nueva y la
luna llena para celebrar y llamaran a ambos eventos Esbat. Debido a que muchas
veces por la demanda de tiempo entre los miembros de un coven, generalmente
elegirán uno u otro, siendo la luna llena el más popular.
La palabra esbat (pronunciado ESS-bott) se deriva de la misma raíz que la
palabra Estrus, una palabra griega que significa "del mes", para los
periodos de calor fértil de las hembras de mamíferos.
El oscuro Esbat de luna nueva es una oportunidad para adorar los aspectos
más oscuros del arte. Esto no debe confundirse con aspectos negativos o
malignos. La oscuridad es simplemente lo que está oculto, lo que está en la
sombra y no en la luz y refleja de cerca nuestras vidas internas de la misma
manera que el sol refleja nuestra luz exterior.
La magia para todo tipo de necesidades se lleva a cabo durante los rituales
de Esbat, tanto en grupo como en solitario. Los hechizos para aumentar o ganar
usualmente se realizan durante la fase creciente y los hechizos para disminuir
o pérdida se realizan durante el cuarto menguante. La luna llena se utiliza
para los hechizos de integridad, los niños y las madres, las familias, para el
psiquismo y algunos hechizos de amor.
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