Desde los tiempos antiguos
se dividió el mundo en cuatro principios básicos o “elementos”: tierra, agua,
fuego, y aire. Este punto de vista ha cambiado sobre todo con los avances de la
ciencia, pero los cuatro elementos son totalmente válidos en la Magia, porque
se conectan más de cerca a las emociones que las explicaciones modernas del
mundo.
Ellos componen todas las
estructuras materiales y tonalidades orgánicas que existen entre el cielo y la
tierra.
Los seres humanos, como
seres vivos, estamos compuestos por estos elementos, por lo que conocer cuál es
su manera de manifestarse en nuestra experiencia de vida constituye el punto de
partida para poder conocer nuestra energía de base.
LA LUNA EN TIERRA
Cuando esta situación se
produce lo que se buscan son demostraciones reales, aquellas que se pueden
comprobar, que son tangibles. Algo tan sencillo como un abrazo, un beso, un
regalo, la sorpresa de una cena inesperada…
LA LUNA EN AGUA
En esta relación de la
Luna y los cuatro elementos, el agua será el ingrediente fundamental que
buscará la unión, la fusión entre dos personas que se quieren, tanto en lo
bueno como en lo malo.
LA LUNA EN AIRE
En este caso lo que se busca
es dar espacio, dejar a la pareja libre, donde las palabras constituyen el
mejor método para mantener cerca a la persona que se quiere. Cuando la pareja
se nota agobiada tenderá a alejarse.
Al conocer la relación de nuestra Luna y los cuatro elementos,
además de los de nuestra pareja, nos ayudar a mejorar la relación, logrando así
un mejor entendimiento entre ambos.
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