LA FAMILIA DE LOS
SANADORES
Existe una gran e importante
familia que engloba a muchas almas.
Cuenta con muchos núcleos y se ha
escindido para formar otras familias. Se trata de la familia de los sanadores.
*Las almas que la componen
transmiten el fluido
de la sanación y
la prodigan de todas las manera posibles*.
Estas almas han recibido muchas iniciaciones en sus manos, su corazón y su
conciencia. La energía de la sanación impregna todas sus células. No deben
buscarla en el vecino ni en cualquier pócima mágica, pues *vive en su interior*.
Algunas
técnicas la amplifican, y las iniciaciones recibidas aumentan la expansión y la transmisión de ese fluido.
Los miembros de esta familia *no solo lo contienen sino que también lo
canalizan y lo esparcen*.
Este fluido es operativo aunque
no hagan nada; ahora bien, *este don se intensifica cuando se es consciente de él*. ¡Es urgente, pues, que las
almas que forman parte de esta familia abran los ojos a esa realidad!
Cuando estas almas colocan
descuidadamente la mano sobre un amigo o una planta, por ejemplo, el fluido de
la sanación circula y surte efecto. Por mucho que intentarán bloquear su naturaleza,
a pesar de todo, activarían la sanación.
Es muy fácil reconocer a sus
componentes, porque todos se resisten a la sanación. Corre por sus venas, pero
su mayor dificultad consiste en reconocerla; creen que deberían buscarla en el
exterior y les parece que el otro es mucho mejor sanador que ellos. Una de las
pruebas que acechan a las almas encarnadas de esta familia es el ego, el ego inflado o desinflado del
sanador.
O se subestiman o se sobreestiman.
El fluido de la sanación es muy
potente y esto puede constituir un riesgo. Gracias a este fluido, *sus almas
vibran y son muy poderosas*, y a la personalidad le resulta fácil aprovecharse
de ello. No obstante, no son víctimas de nada ni de nadie, pues esto forma
parte de su aprendizaje en la encarnación. Estas almas no solo sanan a los
seres humanos, sino también a las plantas, los animales, los objetos que suponéis
inanimados. ¡Sanan todo lo que tocan! Depositan el fluido de la sanación.
Muchos sanadores padecen
enfermedades por el hecho de no reconocer este fluido. ¡En casa del herrero,
cuchillo de palo! Es necesario que estas almas reconozcan y asuman su realidad,
pues *cuanto más se resisten, más enfermedades tenderán a generar*. Resistirse
a este fluido provoca bloqueos que en la encarnación se manifiestan en forma de
desequilibrios físicos-químicos, emociones y mentales.
*¿Por qué es tan
importante esta familia?*
Se ve que muchas de las chispas
divinas que nacen de la Fuente y revisten la identidad del alma, se dirigen
hacia la familia de los sanadores y que muchas almas de esta familia han
elegido encarnarse en este nuevo milenio.
Eligen experiencias en la encarnación
para estar siempre relacionados con la corriente de la sanación, como buscarse lo
que no tienen, la hipocondría, somatizar los bloqueos de la gente de su
entorno,… *Su reto está en la enfermedad y superarla*. Y todo lo que van
aprendiendo de sus procesos curativos, están deseando transmitirlo a otros;
hasta el punto, de involucrarse hasta las cejas, de hacer suyos los procesos de
personas cercanas, hasta que sienten que su labor ha terminado o que ha
concluido el proceso de esa persona.
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