Y, aunque la personalidad no lo sepa, *el alma actúa donde la materia o el planeta lo requieran*. Están muy atareados y no dejaran de estarlo, porque *velan por el equilibrio y la unión, estabilizando las energías y creando nuevos circuitos energéticos*, sobre todo en aquellos planetas sujetos a cambios decisivos, como el nuestro en este momento.
Vayan donde vayan, enraízan la
energía del más allá en el más acá.
Son los encargados de arraigar
las vibraciones de la Fuente.
Estas almas *se encarnan en lugares
estratégicos del planeta* con
la función de ser pilares. En su domicilio *crean, canalizan y organizan los meridianos interplanetarios*. En ocasiones, les cuesta
desplazarse porque deben realizar una acción concreta allí donde han decidido
encarnarse. Ahora bien, son capaces de trasladarse a aquellos lugares que requieran
su presencia y esto puede desconcertar al ego, que quizá no entienda porque, de
repente, el alma presiona para ir a Yucatán o a Tíbet.
Una de las dificultades de su
encarnación tiene que ver con la envoltura física. Como su acción es muy
exigente para con su cuerpo, deben cuidarse mucho en términos de equilibrio alimentario:
aporte de minerales, proteínas, vitaminas y aminoácidos. ¡Es realmente importante!
*Tiene una gran fuerza de
mutación y de transmutación*.
Los pilares se pasean por las
familias de almas y *vigilan
los movimientos de la energía*. Cuando estas almas eligen la encarnación, precisan de la densidad
física. Con frecuencia sus cuerpos son robustos, ya que necesitan una fuerza
muscular y ósea excepcional, distinta de otras envolturas físicas.
Dependen de lo físico y *saben cómo utilizar la
materia, como manejarla y transmutarla*. En cierta medida se parecen a los chamanes y también a los
sanadores, pero no lo son. Su voluntad se aplica a sanar los planetas, los
universos interplanetarios e interestelares.
*Establecen redes* gracias a las cuales pueden
circular los rayos y los fluidos, como el de la sanación o el del conocimiento,
y llegar así hasta los planetas y las estrellas.
Los pilares conocen al dedillo el
universo de las familias de almas porque son capaces de recibir sus fluidos y
de ayudarlos a descender vibratoriamente, lo cual facilita su manifestación en
la densidad de los planetas. *Son
los guardianes de este Universo*.
Creo que la mejor manera de
describirlos, es que son como los pilares de una casa: *tienen la capacidad de
transmitir grandes cargas (fluidos) y hacerlo llegar a Tierra*. Se les suele
decir que son el pilar de una familia, de un grupo de amigos, del grupo del
trabajo, porque sienten la necesidad de unirlos a todos. Por ello, se sienten
muy responsables como con una gran carga, y pecan de perezosos o de
desconectados de Tierra, porque les cuesta su papel. Aunque a veces tienen a
cargarse en exceso y les cuesta seleccionar qué les toca llevar y qué no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario