De la familia de los guerreros
surge también la de los chamanes, que está todavía en fase de evolución; no
está estabilizada del todo porque aún existe la posibilidad de una nueva
división.
Estas almas han decidido entre
otras cosas, acompañar al fluido del chamanismo en el planeta Tierra. *Se
dedican continuamente a equilibrar
los fluidos del planeta con los fluidos interplanetarios*.
No se encarnan necesaria y
exclusivamente en el pueblo amerindio: el chamán puede ser ruso o yugoslavo o
chino. En el más allá los credos brillan por su ausencia.
*El chamán es la vibración propia
del alma, y su misión es ayudar a que el planeta y todos sus elementos sanen y alineen sus
vibraciones*.
Estas almas *son transmisoras del
fluido
de la transformación*.
Son capaces de transformar la envoltura física, de trasmutar los órganos
internos y sus cristalizaciones o las plantas para extraer sus propiedades,
siempre al servicio del fluido de la sanación.
Como su familia de origen es la
de los guerreros, es normal que incorporen este fluido y hagan uso de él para
transformar y transmutar la energía del planeta.
Las almas de esta familia *pueden
reconocerse y conversar telepáticamente
entre sí*. Necesitan *enraizarse en lugares
precisos* para
activar desde ahí, la sanación en el planeta Tierra.
Si supieran utilizar plenamente
la identidad de su alma, prescindiendo de todo juicio, podrían desplazarse a
través del tiempo y el espacio con el cuerpo físico. Podrían por ejemplo,
materializarse en el desierto de Nevada para reunirse con otros chamanes.
*Disponen de esta facultad de
transformación y de transmutación en la densidad para servir al fluido de
sanación y al chamanismo*.
Una de las dificultades con las
que topan durante su encarnación es la de quedar absorbidos por la experiencia
física, abrumados por su peso.
Corren el riesgo de olvidar que *arde
en ellos el fuego de la transmutación*, de olvidar quienes son pasando por alto
el fluido de sanación que las caracteriza, su naturaleza guerrera y su capacidad
de transformación. Estas almas *se valen de rituales y símbolos sin saberlo siquiera*.
El chamán debe trabajar con ayuda
de su envoltura física. Le es muy útil en su encarnación terrestre. Negarlo
provocaría fugas de energía vital: caída del cabello, uñas y dientes, problemas
de piel. Estas almas *transmiten sin cesar el fluido de la sanación, están en transformación
constante y su cuerpo le sirve de canal, de herramienta*.
En la actualidad el fluido
chamánico del planeta está en pleno auge a través de muchas corrientes
iniciáticas, porque urge aunarlas con el fluido de la sanación. Muchas de las
almas chamanes que están llegando en este momento vienen para llevar a cabo
esta tarea, por medio de la transmutación.
Sienten una conexión especial con
la naturaleza, los elementos, los animales y la Tierra, y los materiales
naturales. Son muy ritualistas sin ser conscientes a veces de ello. *Tienen
mucha capacidad de ver a través de las personas y de empatizar*.
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